Toda persona suele tener, en un momento dado de su vida, problemas o dudas existenciales, tales como de dónde venimos o qué hay más allá de la muerte. En estas líneas le guiaremos para que pueda encontrar las respuestas que necesita.
En primer lugar, sería conveniente informarse de las distintas religiones que le ofrecen servicio en la población donde reside. Cada religión suele tener un lugar para concentrarse, orar o celebrar diversos ritos. Debería elegir cuál es la más idónea para que usted se haga miembro, ya que no suelen ser compatibles ni puede ser miembro de varias. Por comodidad le recomendamos que elija la que tenga su local más cerca de su hogar, y por sociabilidad, la que sean miembros la mayoría de sus vecinos. Aunque la mayoría de los casos, se suele elegir religión por herencia familiar.
Una vez elegida, se deberá acercar a sus centros religiosos. Allí encontrará a alguna persona religiosa dispuesta a ayudarle en sus dudas. Al abrazar esa religión, tendrá que aprender sus leyes y normas. Por muy absurdas e imposibles que le parezcan, ha de considerarlas como su manera de hacer y pensar.
Posiblemente le pidan cosas que, en otras circunstancias, pensarían que se ríen de usted. Hay posibilidades de que le pidan dinero, que le hagan recordar oraciones de memoria y practicar ejercicios gimnásticos, como agacharse, besar el suelo, levantarse, sentarse u otros. Debe ser un fiel obediente a sus mandatos y peticiones o no encontrara respuesta a sus preguntas.
Debe tener una gran disposición a creer en lugares y seres que sus sentidos no podrán percibir. Estos lugares pueden estar muy por encima de las nubes o muy profundo en la tierra, curiosamente, donde usted difícilmente llegará a ver algún día. Los seres imperceptibles suelen vivir en estos lugares inalcanzables. Pueden tener poderes incomprensibles para usted que, debido a su mal genio, si no los trata como su maestro religioso le pide, modificaran la realidad para que usted acabe sufriendo como castigo. Incluso pueden castigarlo después de la muerte y eternamente en una lejana mazmorra, si comete una falta algo grave.
La religión elegida es la verdadera y única. Si otras personas de otra religión intentan conducirlo a la suya, deberá tomar medidas pertinentes. Cada religión tiene su método, pero el más común es acabar con los que le pueden hacer dudar y conducir hacia una falsa religión. Este acto se le recompensará eternamente después de su muerte, en cuanto llegué al lugar inalcanzable que antes citábamos.
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